Ante la creciente tensión política y los recientes hechos de violencia, como el atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay y los ataques con explosivos en Cali, la Iglesia Católica dio un paso al frente para convocar al diálogo entre los poderes del Estado. El cardenal Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá y representante de la Conferencia Episcopal, se reunió con el presidente Gustavo Petro en la Casa de Nariño para plantear una salida institucional que permita desescalar la crisis y restablecer la confianza ciudadana.
En la reunión, el cardenal Rueda expresó la preocupación de la Iglesia por el deterioro del clima democrático e insistió en la necesidad de abrir canales de comunicación entre los diferentes sectores políticos y judiciales. El presidente Petro acogió con disposición la propuesta y reiteró su compromiso con la defensa de la vida y el diálogo. Ambos acordaron convocar una mesa ampliada en la Curia Arzobispal, con la participación de líderes del Congreso, las altas cortes, organismos de control y expresidentes.
La Iglesia asume así un papel central como mediadora en busca de consensos básicos para garantizar la paz, la institucionalidad y la estabilidad democrática en Colombia. El encuentro representa un primer paso para contener la polarización política y dar inicio a un proceso de concertación nacional, en un momento clave de cara a las elecciones de 2026.
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